POR: BRENDA RAMÍREZ RÍOS

La industria de la telerrealidad, que alguna vez fue un gigante del entretenimiento, atraviesa un momento de incertidumbre. Tras las huelgas de actores y guionistas de 2023, se esperaba un auge en la producción de estos programas debido a su bajo costo de realización. Sin embargo, la realidad actual es desoladora: escasez de trabajo, presupuestos reducidos y ejecutivos temerosos de tomar riesgos creativos.

Los trabajadores experimentados son los más afectados. Muchos llevan meses sin empleo, mientras que otros han tenido que recurrir a trabajos alternativos para subsistir. Los sueldos también han sufrido una importante reducción, lo que agrava aún más la situación.

Las productoras, por su parte, se han vuelto más cautelosas y prefieren apostar por franquicias ya establecidas o por formatos seguros como concursos. Las ideas novedosas tienen pocas oportunidades, a menos que cuenten con un argumento sólido que convenza a los compradores.

Algunos trabajadores contemplan abandonar la industria por completo, mientras que otros productores buscan alternativas para generar ingresos, como las asociaciones de marca o los podcasts. La industria se encuentra en estado crítico y necesita encontrar soluciones creativas para salir adelante.