Por: Miguel Ángel Pérez Merchant.

México está de manteles largos, porque el documental “Tenochtitlan: Ciudad Viva”, ganó premio del público, en la Muestra de Antropología Audiovisual de Madrid, España; producido por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE), en coordinación  con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), y con el INAH, así como expertos del tema.

El documental entrelaza la vida cotidiana y la historia imperial del pueblo mexica de hace 500 años, para repasar el nacimiento y auge de una urbe fundada en el corazón del lago de Texcoco, lo que le hizo levantarse la presea por encima de una decena de largometrajes de países de cuatro continentes. 

(SMGE), apoyada por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), entrelaza la vida cotidiana y la historia imperial del pueblo mexica, el último en aparecer en la Cuenca de México (alrededor de 1300 d.C.), encontrándose que las mejores tierras de la región habían sido ocupadas por los pueblos chichimecas, seguidores de Xólotl.

El documental que mereció el premio del público en la muestra española, contiene recreaciones 3D de las entrañas del Templo Mayor – una pirámide- dedicada a la adoración de Huitzilopochtli y de Tláloc. Remar en los canales de la ciudad flanqueados por ahuehuetes; o asistir al Huizachtepetl en el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa como actualmente se le conoce a esa zona de la gran Ciudad de México. 

El documental también ayuda a mirar con nuevos ojos las colecciones arqueológicas de la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología y de los museos del Templo Mayor y de Tenayuca. Tenochtitlan: ciudad viva concluye en 1519, en el reinado de Moctezuma Xocoyotzin.

Especialistas del INAH contribuyeron a armar este relato que pone énfasis en la resiliencia de una cultura que surgió en un medio adverso. Participaron el líder del equipo del SMGE, Ismael Arturo Montero García, así como entrevistas a los arqueólogos Bertina Olmedo Vera, María de Lourdes López Camacho, Beatriz Zúñiga Bárcenas y Emiliano Melgar Tísoc; así como el etnohistoriador Eduardo Corona Sánchez, adscritos al INAH.