Por. Miguel Ángel Pérez Merchant 

Recientemente se estrenó la biopic de un tramo de la exitosa vida del cantante estadounidense de 76 años, Bruce Springsteen, que nos sumerge en su vida musical al ritmo de un álbum, bajo el título de «Springsteen: Deliver Me From Nowhere».  Del cine llegará al streaming en un par de meses.

El film se sitúa a principios de la década de 1980, justo después del éxito de su álbum doble The River, pero antes de que alcanzara el estrellato masivo con Born in the U.S.A. 

La trama principal narra la creación de su aclamado álbum de 1982, Nebraska. Bruce (interpretado por Jeremy Allen White) se aísla en una pequeña casa en lo profundo de Nueva Jersey para escapar del ruido de la fama incipiente y de los fantasmas de su pasado, incluida su complicada relación con su padre (interpretado por Stephen Graham).

El disco Nebraska fue grabado de la forma más cruda y sencilla posible: en una grabadora de casete de cuatro pistas en el dormitorio de Springsteen, sin la E Street Band. La película retrata este período de profunda introspección, soledad y depresión, donde Bruce crea un cancionero acústico sombrío, lleno de personajes perdidos y criminales que reflejan su propia angustia.

Muestra la tensión con su mánager y productor, Jon Landau (Jeremy Strong), para defender la integridad artística de este disco crudo y atípico, arriesgándose a alienar a sus fans. La película es un retrato íntimo y vulnerable de Springsteen en la cúspide del éxito, lidiando con su propia oscuridad interna y transformándola en una obra maestra atemporal.

Como una gran producción de 20th Century Studios (propiedad de Disney), tardará varios meses en llegar a streaming. Una vez que finalice su recorrido en cines (probablemente a principios de 2026), se espera que llegue a Disney+ o Star+, que son las plataformas que manejan el contenido de 20th Century Studios.

Jeremy Allen White