Dic
“Klaus” un clásico animado sobre otra leyenda de Santa Claus
Por. Miguel Ángel Pérez Merchant

La película española animada “Klaus” ya es casi un clásico para Navidad, y aunque se estrenó en 2019 aún se puede ver en varias plataformas como Netflix. Esta historia es la antesala de convertir a un anciano huraño en Santa Claus y todo por Jasper, un jóven mal portado que es obligado a escribir 6 mil cartas o lo deshereda su padre.
La trama de Klaus que obtuvo previos y una nominación al Oscar, nos lleva a la vida de Jasper, quien recibió un castigo para dejar de ser un niño mimado y su padre, el Director General de Correos, lo envía a la remota isla de Smeerensburg, para establecer una oficina postal y envíar 6,000 cartas en un año.
La advertencia es clara si fracasa, lo deshereda pero encuentra la manera de sobornar a los niños para cumplir su misión, pero Jesper encuentra la cabaña aislada de Klaus, un carpintero huraño y gigante que fabrica juguetes de madera.
Solo por la idea de cumplir y por qué no hacer negocio, además de conseguir sus 6,000 cartas, Jesper manipula a los niños, haciéndoles creer que Klaus solo da juguetes a quienes le escriben una carta pidiéndole uno.

Un plan egoísta de Jesper, termina convirtiéndose en algo bueno, ya que un pequeño acto de bondad de dar un juguete contagió a otro, y la bondad comienza a esparcirse por el pueblo, poniendo fin a la histórica disputa. Jesper y Klaus, con la ayuda de la maestra local Alva, que invierte su dinero en convertir su aula en una pescadería, empiezan a llevar regalos y alegría en secreto.


¿Klauss es otra leyenda de Santa Claus, San Nicolás o Sinterklaas?

El punto de partida de lo que hoy es conocido como Santa Claus en casi todo el mundo, es un personaje real, se trata de San Nicolás de Bari. Fue un obispo cristiano de origen griego que vivió en los siglos III y IV en la actual Turquía. Y se hizo famoso por su gran caridad y generosidad, quedó huérfano de joven y usó su herencia para ayudar a los necesitados.

La inspiración viene y sienta las bases para entregar hoy en día regalos, es la de un hombre pobre que no podía pagar la dote -hoy conocido como dinero- para casar a sus tres hijas, lo que las habría condenado. Nicolás de Bari, interviene para salvarlas, arrojando bolsas de oro por la chimenea o la ventana de su casa en secreto, una bolsa por cada hija.
En los Países Bajos, San Nicolás se convirtió en Sinterklaas -una contracción de Sint-Nicolaas-. Esta figura conservaba la vestimenta de obispo y llegaba en barco desde España, montado en un caballo blanco, para dejar regalos el 5 de diciembre. El nombre Sinterklaas fue crucial para la evolución final en América.
En 1823 el poema “A Visit from St. Nicholas”, atribuido al poeta Clement Clarke Moore, fue un punto de inflexión. Ya que describe a Santa como el que, “Cambió el caballo por un trineo volador tirado por ocho renos, y que describe a un ser diminuto, alegre, con barba, y que entra por la chimenea con su típico Ho,Ho,Ho.

Aunque Santa Claus ya vestía de rojo y blanco antes, el artista Haddon Sundblom lo dibujó para una campaña publicitaria de Coca-Cola y a partir de 1931 creó la imagen definitiva, alegre y bonachona, que se conoce hoy a nivel mundial.


