El personaje más amado y odiado de las Sitcoms, analizamos a Michael Scott
El personaje más amado y odiado de las Sitcoms, analizamos a Michael Scott
Radiografía: desmenuzando la pantalla
Radiografía: desmenuzando la pantalla
Por: Brenda Ramírez Ríos
The Office es una sitcom que sigue cobrando popularidad entre espectadores de diferentes edades a pesar de haberse estrenado en 2005. El encanto de este tipo de series es que la comedia puede mantenerse intacta independientemente del tiempo, al menos por una buena cantidad de años.
Una sitcom se caracteriza por tener personajes recurrentes, no sólo un protagonista sino un grupo que interactúa entre sí, haciendo de cada uno una pieza clave para las situaciones cómicas de su vida cotidiana en la serie. En esta radiografía nos enfocaremos en un personaje memorable de The Office: Michael Scott.
Michael Scott es el gerente regional de la sucursal de Scranton de Dunder Mifflin en la exitosa comedia de televisión. A pesar de su posición de liderazgo, Michael es un personaje complejo y a menudo contradictorio que se ha convertido en un favorito.
-Egocéntrico:
Tiende a ignorar las opiniones y habilidades de todos enfocándose en las propias.
-Inseguro:
Constantemente busca aprobación de sus compañeros y actúa de manera infantil para llamar la atención.
-Inmaduro y poco profesional:
Su comportamiento inapropiado crea situaciones incómodas en el lugar de trabajo.
-Leal y protector:
A pesar de sus defectos, siente un profundo cariño por sus empleados y los considera su familia.
-Optimista y entusiasta:
Siempre mantiene una actitud positiva, incluso ante los fracasos.
Al inicio es presentado como un jefe incompetente y ridículo, pero a lo largo de los capítulos podemos ver cómo comienza a darse cuenta de sus errores e intenta enmendarlos. Poco a poco muestra una mayor madurez emocional y valora más las relaciones interpersonales que mantiene con su equipo de trabajo. En cuanto a lo profesional, empieza a asumir más responsabilidades y muestra un mayor compromiso.
La combinación de sus cualidades resultan en un coctel divertido y conmovedor. Las bromas que presentan en cada capítulo tocan lo absurdo, pero también son auténticas, lo que logra captar la atención del espectador de forma natural. La evolución de Michael Scott muestra cada vez a un personaje más realista generando mayor empatía. Como espectadora podría decir que la serie no es sencilla de ver al principio, pero conforme se desarrolla, revela las cualidades que la han hecho convertirse en una serie tan icónica.
Hemos de destacar también el gran trabajo de Steve Carell en el papel de Michael con su inolvidable interpretación.