Revista Digital Interactiva

Por. Miguel Ángel Pérez Merchant 

Tilly Norwood no es una actriz humana, fue generada completamente por Inteligencia Artificial (IA), y su creación en 2025 por la compañía Particle6 provocó ya una intensa polémica y debate en la industria de Hollywood. Y querían que Tilly fuera la «próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman».

Tilly Norwood es un personaje digital hiperrealista creado mediante algoritmos de IA, diseñado para emular la apariencia, voz y movimientos de una joven actriz, quien debutó en un Sketch de comedia llamado “AI Commissioner” de su propia empresa propietaria Particle6 TV.

Fue desarrollada por el estudio Xicoia, una rama de la productora Particle6, fundada por la actriz y tecnóloga Eline Van der Velden. Su creadora ha manifestado que Tilly y otros futuros «talentos sintéticos» buscan ser utilizados en cine, televisión, campañas de marketing y videojuegos, afirmando que pueden reducir los costos de producción hasta en un 90%. 

Inicialmente, se dijo que querían que Tilly fuera la «próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman». Hizo su primera aparición en un sketch de comedia generado también por IA llamado «AI Commissioner».

El Sindicato de Actores de EE.UU criticó severamente a Tilly Norwood: «No es una actriz»

El sindicato de actores de EE. UU. bajo la siglas SAG- AFTRA quien ha dirigido sus acciones en contra de la avalancha que está provocando la inteligencia artificial en estos tiempos, que criticó severamente a la creación de miles como Tilly Norwood, que podrían sustituir en definitiva a los actores de carne y hueso. 

 

En un comunicado, SAG-AFTRA dijo,  “no es una actriz sino un personaje generado por un programa de computadora que fue entrenado con el trabajo de incontables artistas profesionales sin permiso o compensación». 

 

El sindicato advierte que esto pone en riesgo el sustento de los actores humanos al «utilizar interpretaciones robadas para dejar sin trabajo a los actores». Entre otras cosas advierte que un actor de IA, “carece de experiencia vital, de emoción y, por lo que hemos visto, al público no le interesa ver contenido generado por computadora sin conexión con la experiencia humana. No resuelve ningún problema; crea el problema de usar actuaciones robadas para dejar sin trabajo a los actores, poniendo en peligro su sustento y devaluando el arte humano”.

En el ámbito legal, criticaron la incertidumbre de las obligaciones laborales, “Los productores firmantes deben tener en cuenta que no pueden utilizar intérpretes sintéticos sin cumplir con nuestras obligaciones contractuales, que exigen notificación y negociación siempre que se vaya a utilizar un intérprete sintético”. reza la misiva.