Pablo Íñigo Argüelles y María Prieto
Fundadores de Proyecto análogo
Pablo Íñigo Argüelles y María Prieto
Fundadores de Proyecto análogo
Por: Brenda Ramírez Ríos
Pablo Íñigo, escritor, y María Prieto, diseñadora, decidieron unir sus pasiones con la fotografía. En 2017 fundaron Proyecto Análogo, una iniciativa que comenzó como una exploración de formatos analógicos y les permitió fusionar su amor por los libros, las ciudades y la fotografía con su expresión artística personal. En 2022 cambiaron su lugar de residencia a Nueva York y este año volvieron a México con su exposición “Por esto me refiero a todo”. Conoce más de ellos.
Pablo Íñigo Argüelles y María Prieto nacieron en la década de los noventa, en Puebla, México. Tras años de práctica, en 2017 fundaron Proyecto Análogo, iniciativa que comenzó como una exploración con distintos formatos y cámaras analógicas, pero que pronto se convirtió en la misión de sus vidas: fusionar su amor por los libros, las ciudades y la fotografía con su expresión artística personal. Se mudaron a Nueva York en 2022 para continuar su camino artístico en el International Center of Photography (ICP), donde actualmente desarrollan su trabajo. Han expuesto su trabajo en Suiza, España, Nueva York y Miami, y en 2023 ganaron Documentary Arts, (otorgada por Magnum Foundation, Aperture y el ICP) por su proyecto Zaragoza Mexican Deli. María es diseñadora gráfica y Pablo es escritor. El trabajo de ambos ha sido publicado en Esquire, Aire, Este País, El Universal y The New York Times Magazine.
Trayectoria a palabras de Pablo Argüelles:
Fundamos Proyecto Análogo en 2017, una iniciativa fotográfica que nos ha permitido enfocarnos, primero, en experimentar con diferentes formatos analógicos o fotografía tradicional; luego, en combinar nuestras profesiones (María es diseñadora y yo soy escritor) con la forma en la que miramos el mundo (fotografía).
En nuestra primera etapa, de 2017 a 2019, exploramos cámaras. Esa fue una etapa de inicio en la que empezamos a tentar el agua de los diferentes formatos. Fue nuestra etapa autodidacta.
De 2019 a 2021 fotografiamos Puebla intensamente, pero no el lado que todos estaban acostumbrados a ver: nosotros buscábamos la luz y cómo ésta trabajaba con las texturas de las fachadas, no importaba que fuera la calle más transitada o la más escondida; nosotros buscábamos la luz de las mañanas, y lo que encontramos fue la nostalgia de una ciudad que no existía más.
Nuestra tercera etapa (en la que nos encontramos ahora) es la etapa de consolidación de nuestra profesión: nos fuimos a vivir a Nueva York en 2022, impulsados por una beca en el International Center of Photography, y a partir de ese año, dejamos de fotografiar intensamente para centrarnos en interpretar lo que habíamos venido haciendo desde 2017.
Creemos que de ahí, de ese mirar con otros ojos y detenernos, nace la exposición «Por esto me refiero a todo», que presentamos ahora en Ciudad de México. Ante la incertidumbre de vivir en un país en el que amenaza un clima político incierto, nosotros queremos seguir creando, mirando la ciudad, aportar con nuestra fotografía a un mundo que ha dejado de entender bastantes cosas, que ha perdido su capacidad de lectura y de interpretación.
Yo soy María Prieto, soy diseñadora gráfica y fotógrafa.
Hola, yo soy Pablo íñigo Argüelles, soy escritor y fotógrafo y cofundador de proyecto analógico.
¿Cómo nació Proyecto Análogo?
Pues llevamos casi nueve años, trabajando juntos, trabajando en este proyecto que llamamos “Proyecto análogo”. Al principio no existía Proyecto Análogo como tal, entonces fue como una búsqueda de empezar a tomar fotos, salir a tomar fotos, hacer lo que nos gusta. Y después de dos años, nos dimos cuenta que teníamos una caja llena de negativos y de película que habíamos expuesto durante esos años y dijimos, bueno, ¿qué hacemos con todo esto? No lo queríamos guardar para nosotros. Y fue cuando decidimos ponerle un nombre y resultó que le llamamos Proyecto análogo, un poco por un juego de palabras y esta analogía que hacemos entre Pablo y yo. Y pues así fue, entonces hace siete años fue Proyecto análogo.
Un poquito más, sí, como ocho años en 2017. Y en ese momento, que dice María, lo más lógico para poder hacer era abrir un Instagram, porque no teníamos recursos para poder hacer nuestro proyecto. Todo lo que hacíamos se nos iba en comprar los rollos. Y como nosotros somos autodidactas, a pesar de que somos una generación que creció sabiendo lo que es la fotografía analógica, pero hubo un punto a principios de los 2000, 2005, 2010, en donde todo se convirtió en fotografía digital. Entonces, cuando nosotros descubrimos juntos los procesos analógicos nos volvimos locos totalmente. Entonces, empezamos a aprender, preguntando a gente, preguntando a colegas, viendo videos. Y es así como empezamos a tomar cuenta.
¿Qué motiva a este proyecto?
Creo que mucho se trata de hacer un proyecto cultural y bastante multifacético, porque sí somos fotógrafos, pero como Pablo dijo, él es escritor y yo soy diseñadora gráfica, entonces también nos gusta combinar nuestras disciplinas para poder lograr, llegar a otro público, conversar de otra forma con la comunidad. Entonces, nos encanta, por ejemplo, hacer libros, nos encanta entrevistar a gente que admiramos y tomarles fotos. Entonces, como que siempre estamos en esta dinámica de combinar nuestras disciplinas o incluso las disciplinas que nuestros amigos o colegas tienen para poder hacer en conjunto algo que llega a mucha más gente. Entonces, sí creo que Proyecto análogo, como que se enfoca mucho en recuperar objetos que alguna vez se pensaron perdidos. Así fue como empezó recuperando cámaras analógicas que ya no se utilizaban. Y bueno, hoy ya va mucho más allá. Además de utilizar estas cámaras, hacemos libros, ahora tenemos una exposición. Entonces, como que nos ha llevado por un camino bastante como diverso.
Sí, creo que también desde el inicio nuestro trabajo fotográfico, que es nuestro eje, como dupla, ha tenido como base, como inspiración, como eje, la ciudad.
Creo que al ver nuestras fotografías, los negativos desde que empezamos, incluso ahora que, aunque vivimos en Nueva York, también nuestra práctica ha cambiado un poco, el eje siempre, ese hilo que siempre sigue es la ciudad. Entonces, nos gustan mucho las texturas, somos igual entusiastas de la arquitectura. Entonces, nos fijamos mucho en cómo funciona la luz, cómo la luz interactúa con las texturas, con las fachadas, con la historia. Y una filosofía que nosotros tenemos es que nos gusta caminar, siempre caminamos. Entonces, como que va de la mano todo, eso es como un ejercicio de azar. Vamos a caminar, tomamos fotos y ¿dónde se camina?, pues en la ciudad.
¿Cómo fue que Proyecto análogo se volvió internacional?
Creo que para nosotros un punto muy importante, fue cuando nos fuimos a estudiar al International Center of Photography, gracias a una beca que nos dieron. Nos fuimos a Nueva York y ahí nuestra visión y el panorama se abrió completamente y fue como, ¡wow! o sea, la fotografía no es nada más lo que estábamos haciendo, sino todo lo demás y un poco de lo que platicábamos antes, ¿no? Como todas las disciplinas que lo conjugan y todo lo que puedes llegar a hacer a través de la fotografía. También tenemos la fortuna de tener muchos colegas y amigos y conocer cada año una comunidad muy grande de fotógrafos y artistas a través del ICP, del International Center of Photography. Y gracias a eso, formamos también un colectivo que llamamos Small Table Collective y somos 11 artistas, fotógrafos. Y gracias a eso hemos logrado exponer en Suiza y unirnos un poco como colectivo y entonces los recursos son mucho más fáciles de conseguir, ¿no? Entre 11 personas que entre una o dos personas.
Sí, bueno, yo pienso, por ejemplo, desde el principio, mucha gente, amigos de nuestros papás, amigos nuestros, sobre todo gente que había vivido el paso de la fotografía analógica, digamos, en los años 80, años 70, les llamó mucho la atención lo que estábamos haciendo. No creían que nosotros nos dedicáramos de lleno a la fotografía analógica y fíjate que desde el principio nos empezaron a dar las cámaras que ellos tenían y que preferían que nosotros las tuviéramos y que las usáramos a irlas a dejar a los sapos, por ejemplo, a malvenderlas a alguien, algún anticuario, entonces creo que esa generosidad al principio de gente que estaba inspirada por lo que hacíamos y que nos daban esos recursos como de ustedes usen la cámara, fue clave para seguir haciendo lo que hacíamos porque yo creo que quizá si no hubiéramos tenido este impulso, esta generosidad, todo se hubiera quedado como un proyecto de Instagram que acaba a los seis meses, ¿no? Y hoy no es así, hoy, así como dice María, hemos crecido en muchos aspectos gracias a la comunidad de la que somos parte.
¿Cuáles son los retos más grandes con los que se han encontrado?
Creo que yo siempre tengo muy presente una vez que desgraciadamente nos robaron como parte de nuestro equipo y creo que fue como parteaguas en el que, por lo menos yo dije, bueno, basta, por algo no tengo que hacer esto, nunca más, ¿no? Entonces como que fue muy difícil y no es que nos hayan robado, ni muchas cámaras, ni muchas cosas, pero sí fue como cosas muy importantes, una cámara que alguien nos había regalado, o sea, una cámara que era, no sé, del abuelo de Pablo, entonces como que eran cosas muy personales y que para nosotros eran muy importantes y creo que para mí eso sí fue como un momento del que fue muy difícil recuperarme y tal vez hasta dejamos un poco proyecto análogo por varios meses porque dijimos, bueno, basta, por algo pasó esto y por algo no tenemos que seguir haciéndolo. Y después, claro, que nos dimos cuenta que todo nos llevaba de regreso a eso, entonces aquí estamos.
Sí, en contraste a ese momento que sí, totalmente nos cambió mucho la concepción de cómo veíamos la ciudad, porque nosotros salíamos a caminar y la ciudad y la luz, tal, y fue un golpe de realidad también lo que pasó. En contraste a algo difícil, pero que ha sido también muy enriquecedor, fue tomar la decisión de buscar esta beca de irnos a Nueva York, que eventualmente nos llevó a Nueva York, en donde estamos ahora. Ha sido, yo creo, que uno de los procesos más difíciles, no solo del plano artístico, sino en el nivel personal, dejar todo lo que conocíamos, dejar las costumbres que conocíamos, nuestros hábitos, nuestro… Entonces, todo, yo creo que Nueva York nos ha cambiado para bien, nos ha dejado ver también las dificultades, pero yo siento que ese momento, cuando llegamos en agosto del 22, ha sido de lo más importante que nos ha cambiado.
¿Cómo se puede vivir a través de la fotografía?
Creo que también somos personas que, nos es muy difícil decir que no a una oportunidad. Entonces, sí, en su mayoría, nos hemos mantenido de la fotografía, pero también hay muchas veces que nos dicen, bueno, ¿quieres ir a hacer esto? Bueno, pues, o sea, sí, es necesario para entonces poder mantenerme de la fotografía, para poder mantener mi fotografía, ¿no? Entonces, también hacemos mucha fotografía comercial en Nueva York, porque es algo que es mucho más fácil y mucho más accesible, y mucho más recurrente que la fotografía artística, que es una exhibición cada tanto, o vender una foto cada, no sé, cuántos meses. Entonces, la fotografía comercial, como que es algo que diariamente lo vemos y diariamente trabajamos con ello. Entonces, también hemos aprendido mucho cómo hacer fotografía comercial, asistir fotógrafos, incluso hacer video. La verdad es que hacemos de todo.
Sí, es algo que hemos aprendido y que sobre todo se acentuó más en Nueva York, porque bueno, aquí nosotros teníamos trabajos, dábamos clases, una vida mucho más cómoda, por así decirlo. Cuando nos fuimos a Nueva York, todo nos empujó a que teníamos que hacer absolutamente todo, y todo desde, como dice María, asistir, hacer la foto que no nos gusta hacer, que muchas veces eso es lo que permite que hagamos lo que nos gusta. Entonces, no sé, hemos sido asistente de producción, hemos sido asistente de fotografía, hemos sido editores, hemos sido correctores de textos, en el International Center of Photography también hacemos parte de mantenimiento de las ampliadoras,, de las computadoras, de las impresoras, de las cámaras. Entonces, yo creo siempre que veo una foto terminada, por ejemplo, ahora que vuelvo a la exposición, que vemos estas fotos que la gente dice, ¡Wow, están enmarcadas! ¡Wow, es que no parecen fotos! Está increíble. Yo pienso dentro de mí todo lo que nos llevó a eso, si la gente de verdad supiera todo lo que nos llevó a que la foto estuviera terminada, no lo creerían. Y hay que hacer de todo para que una foto al final tenga de nosotros.
¿Cuál consideran que es la habilidad más importante en su trabajo?
Yo creo que el siempre estar abierto a escuchar a los demás y a la gente que sabe más que tú, porque siento que una cualidad y algo que hemos aprendido mucho es eso, darnos cuenta que no lo sabemos todo o que no sabemos nada incluso. Entonces, el llegar a Nueva York y ver cómo todo el mundo sabía miles de cosas, y seguir sabiendo miles de cosas que nosotros no, fue algo muy importante, porque aquí era como tan pequeño el círculo y tan cerrado esa comunidad de fotógrafos que íbamos conociendo, que al irnos a Nueva York y ver que hay muchísima gente haciéndolo, hay muchísima gente haciendo fotografía artística, como, bueno, tenemos que escuchar a los demás y ver el trabajo de los demás y entender cómo y por qué lo hacen. Creo que eso es algo que hemos aprendido mucho. Sí, yo siento que la cualidad que todo fotógrafo artístico, fotoperiodista, editorial, debe de saber en algún punto, es que, como decía antes, la fotografía es un millisegundo que toma, que el espejo se levante, que registre, eso es un millisegundo. O sea, la fotografía es lo menos importante, o sea, el acto de tomar fotos es lo menos importante. La fotografía comienza mucho tiempo atrás, caminando, leyendo, viendo películas, viendo fotografías, escuchando a la gente, caminando a las ciudades. Siento que si uno no se alimenta de esa forma, las fotografías no van a decir absolutamente nada.
“Por esto me refiero a todo” fue su exposición en la CDMX
Bueno, tuvimos una exhibición en la Ciudad de México el mes pasado y tuvimos una apertura y además tuvimos como un bloque llamado, que llamamos Conversación, que incluía la plática con dos fotógrafos, Pablo López Luz e Ivon Venegas. Y también, aunado a eso, tuvimos la presentación de un libro, también dentro del bloque de Conversación, que fue la interacción de 26 artistas con nuestro trabajo y la intervención con su disciplina con nuestras fotos, las fotos que estuvieron en la exhibición. Entonces, será como mitad catálogo, este libro es mitad catálogo, mitad la intervención de estos 26 artistas.
Sí, la muestra se llamó “por esto, me refiero a todo”, que todo empezó con una frase que encontramos al azar en la biblioteca pública de Nueva York. Muy chistoso porque yo estaba haciendo una investigación para un artículo que estaba escribiendo y me llamó mucho la atención esta frasecita en inglés, que decía, “by this I mean everything”, que estaba en un recorte y que no tenía contexto, pero me pareció una frase muy potente y la apunté en mi libreta para después, o sea, siempre apunto cosas que me gustan como para tomar inspiración. Y cuando llegó la oportunidad de hacer la exhibición, cuando empezamos a hacer las secuencias en las fotos, cuando volvimos a los negativos, a revisarlos para ver qué había, qué no habíamos visto en los pasados 5 o 6 años, todas las fotos decían algo, decían algo, y fue cuando María dice, el título podría ser esta frase que me mandaste el otro día, yo, ¿cuál frase? Ya, la vimos y sí, por esto me refiero a todo y a traducir al español, le dio sentido a todas estas fotografías, que se presentaron, 15 fotografías, todas ellas no presentan rostros visibles, son simplemente presencias, digamos, dentro de la ciudad, hay dos o tres en el campo, pero que nosotros queríamos poner a jugar entre sí, para explicar esta idea que nos persigue, que es cómo desde lo mínimo, como desde una escala humana, podemos explicar en todo.
¿Qué consejo le darían a futuros fotógrafos?
Pues yo creo que el que esté interesado en la fotografía, simplemente practicar, salir a caminar, utilizar la cámara, y practicar, y tener mucha práctica, y nunca pensar que lo sabemos todo, creo que es como un consejo que aplica para muchas disciplinas, entonces a mí lo que siempre me ha servido es practicar y seguir practicando, y ver las cosas, como las vimos cuando no teníamos ni idea de nada, y creo que a veces esa curiosidad se nos olvida, entonces a mí siempre me gusta regresar a ese momento en cuando agarré la cámara por primera vez, y dije, bueno, esto me interesa hacerlo. Yo creo que la curiosidad y la práctica es lo mejor que puedo recomendarle a alguien que le gusta la fotografía. Yo diría, la fotografía no es una profesión barata, pero hoy en día nosotros tenemos herramientas al alcance de la mano para poder hacer fotografía, entonces si les gusta la fotografía, si les interesa la foto, simplemente tome fotografías con el celular, con un montón de herramientas que tenemos cotidianas, y no se fijen en quiero esta cámara, quiero tal, no, simplemente con lo que tengan, y solamente tirando fotos, tirando todos los días, tirando todos los días van a poder conseguir decir algo.
“Desde tiempos ancestrales, el ser humano ha mirado al Sol, no solo como la fuente de vida, sino como el reflejo de su propia esencia…”. Zen Xiuh.
El productor José Alberto “el güero castro” nos recibió en el foro dónde construyeron parte de la mansión presidencial “los pinos” para una telenovela
Raúl Uribe es Director de Fotografía en TelevisaUnivision con 20 años de experiencia, y platicó con EntreMedios sobre los retos profesionales para lograr el mismo color y texturas en cada cámara, para que la imagen de una secuencia perfecta en una telenovela.
En TelevisaUnivision cada proyecto requiere de precisión y profesionalismo de cada integrante de la producción, y EntreMedios platicó con el Director de Cámaras de la producción El Ángel de Aurora
Diego Mejía Coordinador General de Contenidos en Canal 22
Sophia Stieglitz Directora de fotografía y fundadora de las Amazonas Eléctricas
Héctor Alfonso Juárez González Asistente de producción y montaje en El Rey León
Kandy Ortiz, una amazona que ilumina producciones bajo el agua