Parte importante de la magia del cine está en las composiciones imperceptibles que regalan espacios y tiempos que no existen. La radiografía habla sobre el arte de los VFX en la película Roma
Parte importante de la magia del cine está en las composiciones imperceptibles que regalan espacios y tiempos que no existen. La radiografía habla sobre el arte de los VFX en la película Roma
Radiografía: desmenuzando la pantalla
Radiografía: desmenuzando la pantalla
Por: Brenda Ramírez Ríos
Estamos ya acostumbrados a ver, en el mundo del cine, escenas llenas de efectos visuales, especialmente desde la era de los superhéroes. El público aclama una explosión o el paisaje perfecto de un mundo fuera del nuestro, pero los visual effects, o efectos visuales están presentes en todos lados, a menudo imperceptibles y es eso justamente lo que caracteriza a un trabajo bien hecho, que sean invisibles a primera vista, que la escena esté tan perfectamente compuesta que ningún detalle salte a la vista.
Roma, una película de Alfonso Cuarón, fue conocida y aclamada por su desarrollo en un México del siglo pasado, cuenta una historia muy personal y además muestra un gran manejo de la fotografía en blanco y negro, pero muestra también un excepcional trabajo de VFX, esta tarea correspondió al estudio Mr. X, quienes, más recientemente, han unido fuerzas con MPC y trabajado para proyectos como “La forma del agua” y “Vikings”.
La película reconstruye elementos de la década de los 60 sobre tomas en frío del siglo XXI. En la película se pueden observar edificios ya no existentes, decoraciones en las fachadas al estilo de aquella época, calles estructuradas de una forma distinta e incluso vehículos específicos como el tranvía. Todo esto le regala realismo a la historia y permite que se siga a los personajes sin distractores.
Una composición exitosa requiere de varios elementos que deben ser planeados desde la preproducción, como puntos de trackeo, cuadros específicos de duración y pantalla verde, o azul en su debido caso. Es un trabajo que requiere mucha precisión y varias horas frente a la computadora, pero sin duda, el resultado final es muy satisfactorio, regala al público momentos inolvidables y sobre todo, una perfecta verosimilitud.