Mi nombre es Pablo Lemos y soy postproductor.
Durante más o menos 10 años estuve trabajando en el sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, aquí en el estado. Estaba como director de imagen y en el cual me encargaba de, aparte de hacer la imagen de los proyectos, también hacer nuevos proyectos como nuevos programas y apoyar justamente a productores para darles ideas, para hacer diferentes y tener contenidos variados.
¿Cómo es que surge tu empresa? RedHouse Media
Cuando yo entro a Radio y Televisión de Hidalgo, digo en aquel tiempo a mí me tocó el brinco de Análogo a Digital, ni siquiera en HD todavía, recuerdo que de muy jovencito también yo hice mis prácticas ahí, empezábamos con tres cuartos, y pues bueno, yo vi esa evolución, y en aquel momento me daba cuenta que había mucho más demanda también de muchos comercios, o de muchas instituciones, empresas de hacer publicidad, entonces era una necesidad, entonces estando yo trabajando en esta parte de radio y televisión, pues me daba cuenta que nosotros como televisora pública, pues obviamente no podíamos hacerlo, y hasta que en un momento dije, oye, pues realmente podemos hacerlo nosotros, y fue que empezamos a comprar nosotros nuestras primeras cámaras, me acuerdo que eran DSLR, que fueron estas cámaras 5D, creo que todos empezamos, como los que empezamos en mucha publicidad digital, pues nos tocó trabajar con estos equipos, y pues sacaban imágenes muy de muy buena calidad en HD, entonces empezamos comprando esa cámara, después empezamos comprando otras, y haciendo comerciales, haciendo vídeos musicales también, y bueno, pues poco a poco nos fuimos haciendo de mucho más equipo, y pues tenemos ya más o menos 14 años, antes de la pandemia trabajamos en oficinas, y teníamos más o menos 14 personas de fijo, hoy nos damos cuenta postpandemia, que realmente el talento está en todas partes, y hoy trabajamos no solamente con proyectos que son locales, sino que son nacionales y con gente que está también trabajando desde casa, como en este caso nosotros tenemos un estudio, yo me encargo toda la postproducción, pero pues en colaboración con otras también productoras, y con otros también talentos, porque antes las casas productoras eran las que regían, y las que tenían los mejores, pues sí talento, gente, hoy te das cuenta que realmente no es así, que hay talento por todos lados, y a mí me encanta trabajar con directores, y con directores de fotografía, que no solo están en una misma empresa, sino que trabajan por su cuenta, entonces creo que eso también nos enseñó, nos dejó mucho la pandemia, que podemos trabajar de manera remota y coordinada, y tomar proyectos desde pequeños, hasta proyectos muy muy grandes.
¿Y cómo fue tu acercamiento al cine?
Yo estudié cinematografía, estudié montaje en Francia, y me especializaba en el tema de efectos visuales en postproducción. Y después de un trayecto que fue un gran aprendizaje de radio y televisión de Hidalgo, pues yo tenía siempre esa inquietud de hacer cine. Entonces tuve la oportunidad, se abrió aquí en el estado de Hidalgo una escuela de efectos visuales, con profesores canadienses que ya estaban trabajando en grandes producciones, Tortugas Ninja, Avengers, todo este tema que pues a mí me fascinaba y pues hice el curso durante 6 meses que era una actualización realmente a los sistemas, pues obviamente yo había dejado pues muchos años sin estar practicando, ¿no? De lo que había estudiado. Y de ahí se dio la posibilidad de la película de Kilómetro 31, segunda parte, donde pues con el grupo de exalumnos que teníamos, que habíamos hecho pues esa generación, fueron 6 meses intensivos, trabajando obviamente con los sistemas pues estándares de la industria, de efectos visuales, pues decidimos hacer algunas pruebas y presentarlas con Lemon Films, para ver qué podíamos, pues nosotros incorporarnos al proyecto, y afortunadamente nos aceptaron, así que estuvimos trabajando aquí desde el estado de Hidalgo, gran parte de la película, en la parte de composición. Entonces pues fue un trabajo arduo, de año y medio más o menos que estuvimos trabajando en este proyecto, pero a su vez también nos dieron la oportunidad, junto con Netflix, de trabajar en la primera serie mexicana de esta plataforma en nuestro país, que es Club de Cuervos, en la cual pues también trabajamos en la parte de la primera temporada, pues trabajamos toda la parte de efectos visuales, y eso también nos tenía muy motivados. Por ahí también contábamos que bueno, aparte que estábamos haciendo esta película mexicana, porque muy ambiciosa en cuanto a efectos visuales, pues también nos dieron la oportunidad, otra empresa mexicana muy grande, de trabajar algunos shots, algunas secuencias muy pequeñitas de House of Cards, entonces estábamos muy contentos, pues y eso nos abrió muchísimo, mucho la mente, de que podríamos realmente trabajar en cualquier lugar del mundo, pues en este tipo de proyectos trabajamos también, pues no solamente con equipos nacionales, sino que también trabajamos con equipos internacionales, y nos encantó muchísimo esta experiencia.
¿Cuál es la mayor satisfacción que te ha dejado tu trabajo?
Yo creo que es el poder enseñar, pues tu talento, lo que tienes dentro a un gran público, o sea, en el tema muy particular del cine, porque bueno, también trabajamos con agencias de publicidad, y hay comerciales, pero trabajar con directores, trabajar en esas historias, que tu talento, y el talento de mucha gente, porque no es una sola persona en esto, puedas enseñar, enseñarlo, cautivar, y transmitir una emoción, creo que esa es la mejor satisfacción que puedes tener.
¿Con qué retos te has encontrado?
En el tema de efectos visuales, yo creo que el principal reto es que los directores, cuando empezamos, pues, o sea, estoy hablando hace 10 años tal vez, no se tenía mucha confianza en la industria de los efectos visuales en México. Yo creo que los talentos, los realmente talentosos, o sea, antes se iban, era difícil encontrar, pues sí, proyectos como que muy interesantes. También, obviamente, el tema de los salarios, ¿no? Realmente, en México tenemos una gran cantidad de artistas que están en todas partes del mundo, en Estados Unidos, en Canadá, en Australia, en Nueva Zelanda, en Londres, y yo creo que, ya postpandemia te das cuenta de que puedes trabajar en cualquier lugar. No tienes que depender de que te den una visa o aventurarte, creo que desde la comodidad de tu estudio, de tu casa, pues puedes seguir trabajando en este tipo de proyectos. Eso, yo creo que fue un tema que se rompió, o sea, y, pues, es eso, que sigan creyendo en, pues, sí, o sea, en los artistas. Yo creo que hacen falta también escuelas. Yo creo que ese es uno de los principales retos. Yo creo que la vocación en cuanto a efectos visuales apenas se está dando y creo que necesitamos como más enseñar a muchos chicos, ¿no? Que a lo mejor están en diseño, que a lo mejor están en animación, que quieren dar ese salto. Entonces, yo creo que ese es el principal reto que se está rompiendo.
¿Algún software con el que te guste trabajar?
En cuanto al tema de edición, pues yo utilizo Davinci Resolve por varias razones. Una, primero, todos los que están, digo, en este mundo, saben que adobe, ya con todo este tema de que te comparten información y que es muy prohibitivo, a veces también por el precio, pues llegan empresas también disruptivas y que vienen a democratizar esto. Y en este caso, por ejemplo, a Davinci Resolve, por ejemplo, para nosotros es como que nuestro core, porque ahí hacemos la edición, obviamente hacemos la corrección de color también y también nos permite hacer el tema de efectos visuales también, es un sistema nodal y pues cuando son cosas obviamente más pesadas, utilizamos Nuke, pero yo creo que nuestro sistema más robusto es Davinci Resolve.
¿Qué opinas de los softwares libres como Natron o Blender?
Natron está muy fuerte, es un open source y tiene cosas súper interesantes, o sea, digo, el tema con Nuke es que también prohibitivo con el precio, pero depende del proyecto, o sea, yo les sugiero que si ustedes tienen pensado trabajar en Estados Unidos o en Majors, pues sí tienen que aprender Nuke, ¿no? Y hay, afortunadamente hay versiones de prueba y para estudiantes donde puedes trabajar muy bien de manera no comercial. Y por el otro lado, creo que es interesante y pues buscar todo, un poquito todos los softwares, o sea, no hay algo que haga todo, o sea, tampoco Nuke hace todo. También depende qué es lo que tú quieras hacer, si vas a hacer composición, si vas a hacer 3D. Si vas a hacer 3D, todo el mundo está dando el salto con Blender también y que es un súper software y hace cosas que no le pide nada a Maya.
¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones?
Yo creo que te apasione. Yo creo que, se escucha muy trillado, pero de verdad, realmente, te tiene que apasionar y gustar esto porque lo desayunas, lo comes, lo cenas, lo sueñas. Y perseguir esos sueños, digo, parece muy trillado, de verdad, y seguir capacitándose, ser muy curiosos. En este ámbito tienes que ser extremadamente curioso y ávido de comerte toda la información que quieras y ver mucho cine y entrar a foros y realmente hay un océano de información ahí que te va a permitir a ti practicar y practicar y practicar y no tenerle miedo y crear un gran portafolio, un buen portafolio con ejemplos de lo que puedes hacer y seguramente habrá un reclutador que verá en ti ese talento.