Cañón del sumidero, Chiapas
Cañón del sumidero, Chiapas
Por: Brenda Ramírez Ríos
El Cañón del Sumidero, con sus majestuosas paredes de más de mil metros de altura, ha sido testigo de diversas producciones audiovisuales. Su singular belleza y dramatismo lo han convertido en un escenario predilecto para cineastas y publicistas. Un ejemplo icónico es la escena final de la película “Depredador”, donde el personaje de Arnold Schwarzenegger se enfrenta al extraterrestre en un espectacular paisaje que, aunque no se grabó íntegramente ahí, se inspiró fuertemente en su estética. De manera similar, la película “El Zorro”, protagonizada por Antonio Banderas, también hizo uso de las vistas panorámicas de Chiapas para contextualizar su historia de aventuras. Más recientemente, producciones de televisión y comerciales han aprovechado la grandiosidad del lugar, como se vio en diversas escenas de la telenovela “Por siempre mi amor” o en anuncios de marcas de automóviles que buscan transmitir una sensación de poder y libertad.
Para llevar a cabo una producción audiovisual en este espacio natural protegido, es fundamental tramitar una serie de permisos ante las autoridades competentes. Los permisos para filmar o fotografiar con fines comerciales en el Cañón del Sumidero son gestionados principalmente por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, ya que el cañón es un Parque Nacional. El proceso implica presentar una solicitud detallada que incluya el guion o el storyboard, el equipo técnico, el número de personas, la duración de la filmación y un plan de contingencia para asegurar que la actividad no dañe el ecosistema. Es crucial demostrar que se respetarán las normas de conservación ambiental y que se minimizará el impacto en la fauna, la flora y la integridad del cañón. Se debe considerar, además, que el acceso y uso de ciertas áreas puede estar restringido por cuestiones de conservación, seguridad o por afluencia de turistas.
Más allá de su valor como plató de cine, el Cañón del Sumidero es una maravilla geológica y un pilar de la identidad de Chiapas. Se formó hace millones de años a partir de una falla geológica, lo que dio origen a sus paredes verticales que se elevan desde el río Grijalva. Este río, que lo atraviesa en un tramo de 32 kilómetros, es el principal afluente del cañón y un elemento vital para la región. El lugar alberga una rica biodiversidad que incluye especies de flora y fauna endémicas. Es hogar de monos araña, cocodrilos, garzas y una variada vegetación tropical. La historia del cañón está intrínsecamente ligada a la cultura del pueblo chiapaneco, y es un símbolo de la resistencia de sus comunidades, como se evidencia en su mención en el escudo de Chiapas, donde representa la fuerza y belleza natural del estado.