La perspectiva femenina de Dorothy Arzner regaló al cine hollywoodense una nueva era, fue guionista, editora y más tarde directora de icónicas películas como “Baila, muchacha, baila”
Mujeres en la Industria
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Por: Brenda Ramírez Ríos
Eran los años 30, la época de oro y Dorothy Arzner era la única mujer dirigiendo cine en Hollywood. Inició con el cine mudo y se convirtió en una figura fundamental para la historia del cine. Su trabajo abrió el camino para las mujeres cineastas que vinieron después de ella.
Antes de convertirse en directora, trabajó como editora y guionista. Sus películas exploraban temas relacionados con la feminidad, el matrimonio y las relaciones de poder, lo que significaba una perspectiva fresca entre las ideas masculinas. Aunque su carrera se vio interrumpida en los años 40, su legado sigue siendo relevante en la actualidad e inspira a nuevas generaciones de cineastas.
Su trabajo en edición le otorgó un estilo visual único al convertirse en directora, le permitió tener un control preciso sobre el ritmo y la narrativa de sus películas; de la misma forma, su experiencia como guionista fue clave para desarrollar una voz propia y una perspectiva única sobre las historias que quería contar.
Arzner ofrecía una mirada más compleja y, principalmente, realista a las mujeres en la pantalla, dejando atrás a los estereotipos de la época. Sus películas tocaban temas como la igualdad de género, la búsqueda de la felicidad y la lucha por la independencia.
Hablemos un poco de su trabajo. Probablemente su película más conocida, protagonizada por Katharine Hepburn, es Hacia las alturas (Christopher Strong, The Great Desire y The White Moth, 1933). Esta historia de amor y drama psicológico muestra la habilidad de Arzner para dirigir actrices y crear personajes complejos.
Baila, muchacha, baila (Dance, Girl, Dance, 1940): Un drama sobre el mundo del espectáculo que explora temas como la ambición, la explotación y la búsqueda de la identidad.
La novia vestía de rojo (The Bride Wore Red, 1937): Es una comedia romántica con toques dramáticos que muestra el lado más ligero de esta directora.
Sus películas se caracterizaban por un ritmo rápido y dinámico, con transiciones abruptas y cortes precisos. Esto creaba una sensación de energía y vitalidad que era poco común en el cine de su época, además era una gran admiradora de los primeros planos, que utilizaba para revelar las emociones y los pensamientos de sus personajes de manera íntima.
Filmografía seleccionada:
The Merchant of Venice (1914)
Hypocrites (1915)
The Dumb Girl of Portici (1916)
Where Are My Children? (1916)
The Blot (1921)
Too Wise Wives (1921)
White Heat (1934)
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