El mundo en contracorriente a través del cine de Mai Zetterling
El mundo en contracorriente a través del cine de Mai Zetterling
Por: Brenda Ramírez Ríos
Mai Elizabeth Zetterling (1925-1994) fue una figura destacada y polifacética del cine sueco y británico. Actriz, directora y novelista, su carrera se caracterizó por una audacia y un compromiso social que la convirtieron en una voz única en el panorama cinematográfico de mediados del siglo XX.
Nacida en Suecia pero con una infancia marcada por la movilidad, Zetterling debutó como actriz desde muy joven. Su talento la llevó a colaborar con grandes directores como Ingmar Bergman, con quien trabajó en la icónica «Tormento». Sin embargo, su verdadera pasión radicaba detrás de la cámara. A partir de la década de 1960, se dedicó a la dirección, explorando temas como la sexualidad, las relaciones personales y la condición femenina con una honestidad y una valentía que resultaban revolucionarias para su época.
Películas como «Los Enamorados» y «Juegos de Noche» la posicionaron como una de las directoras más prometedoras de su generación. Su cine, a menudo autobiográfico, reflejaba su propia búsqueda de identidad y su deseo de desafiar las normas sociales. La crítica la aclamó por su estilo visual audaz y su capacidad para abordar temas tabúes con una naturalidad sorprendente.
Zetterling no solo fue una cineasta talentosa, sino también una activista comprometida. Su decisión de vivir en Inglaterra durante la Guerra Fría y su adhesión a causas feministas la convirtieron en una figura polémica y controvertida. Su autobiografía, «All Those Tomorrows», es un testimonio de su vida apasionada y de su lucha por la igualdad.
El legado de Mai Zetterling trasciende fronteras. Su cine, marcado por una fuerte impronta personal y una mirada crítica a la sociedad, sigue siendo relevante en la actualidad. Fue una pionera que abrió camino para las futuras generaciones de cineastas, demostrando que el cine puede ser un vehículo para la reflexión y la transformación social.
De acuerdo a “El País”, Zetterling veía al cine como un “juego en el que hay que esperar”, pues le gustaba ir contracorriente.
Mai Zetterling fue mucho más que una cineasta, fue una mujer adelantada a su tiempo, una artista comprometida y una luchadora incansable por la igualdad. Su herencia continúa viva en cada una de sus obras.