June Mathis: La visionaria que moldeó el Hollywood dorado

Por: Brenda Ramírez Ríos

En los albores de Hollywood, una mujer excepcional desafió las convenciones y dejó una marca indeleble en la industria cinematográfica. June Mathis, guionista y productora, se convirtió en la primera mujer ejecutiva de cine.

Nacida el 30 de junio de 1892 en Leadville, Colorado, Mathis demostró desde temprana edad una pasión por la escritura y el teatro. Su espíritu indomable la impulsó a perseguir sus sueños.

Mathis comenzó su carrera escribiendo obras de teatro, pero pronto su talento la llevó a la industria cinematográfica. Su habilidad para crear narrativas y personajes cautivadores, la catapultó a la cima. En 1919, se convirtió en jefa del departamento de guiones de Metro Pictures Corporation, un hecho sin precedentes para una mujer en Hollywood.

Esta productora, comprendió la importancia fundamental del guion en la calidad de una película. Luchó incansablemente para elevar el estatus de los guionistas, asegurando que sus voces fueran escuchadas y sus contribuciones valoradas. Su visión transformó la forma en que se hacían las películas, dando prioridad a las historias sólidas y los personajes complejos.

Uno de los mayores legados de Mathis fue su habilidad para descubrir talentos. Ella fue quien insistió en contratar a Rodolfo Valentino para «Los cuatro jinetes del Apocalipsis» (1921), una decisión que lo convirtió en un ícono del cine mudo. Su ojo para el talento también la llevó a trabajar con otros grandes actores y directores de la época.

Además de su trabajo con Valentino, Mathis realizó películas icónicas como «Ben-Hur: A Tale of the Christ» (1925), una epopeya que demostró su capacidad para manejar producciones de gran envergadura. Su fuerte sentido de la espiritualidad influyó profundamente en esta película, convirtiéndola en un clásico atemporal.

A pesar de su prematura muerte a los 34 años, el 26 de junio de 1927, el legado de June Mathis perdura. Su visión, talento y liderazgo contribuyeron al cine mudo estadounidense de manera incalculable, y su nombre sigue siendo sinónimo de excelencia y pasión por el séptimo arte.