Tang Shu Shuen: Los inicios del cine de arte en Hong Kong
Tang Shu Shuen: Los inicios del cine de arte en Hong Kong

Por: Brenda Ramírez
Tang Shu Shuen, también conocida como Cecile Tang, nacida en la provincia de Yunnan, China, en 1941, es fundamental en la historia del cine de Hong Kong. A pesar de su breve carrera cinematográfica, fue una pionera del cine de arte con crítica social dentro de la industria cinematográfica populista de Hong Kong, y la primera mujer directora notable del territorio. Su trabajo, influenciado por el cine de arte europeo de la década de 1960 y caracterizado por un estilo formal distintivo, se adelantó a su tiempo y dejó una marca imborrable.
Tras graduarse de la Universidad del Sur de California, Tang regresó a Hong Kong y demostró su audacia y visión. Sus dos primeras películas son consideradas sus obras más significativas y revolucionarias:


Su película debut abordó la subyugación de las mujeres y su sexualidad en una aldea tradicional de la época Ming. La historia, centrada en la pasión no consumada de una viuda por un huésped masculino en vísperas de recibir un arco conmemorativo por su virtud, fue un profundo estudio psicológico. La película fue seleccionada como la entrada de Hong Kong a los Premios de la Academia y recibió aclamación crítica internacional, participando en festivales como Cannes y Locarno, un logro inédito para una película en idioma chino en ese momento.


Esta película abordó temas de gran sensibilidad política al seguir la desgarradora travesía de un grupo de estudiantes universitarios que intentan cruzar ilegalmente a Hong Kong desde una China devastada por la Revolución Cultural. El sombrío retrato del filme, tanto de la China comunista, como del Hong Kong capitalista le valió una prohibición de trece años por parte de las autoridades coloniales británicas, por temor a que “dañara las buenas relaciones con otros territorios”. A pesar de la censura, el filme fue reconocido por su poderosa y condenatoria denuncia de las “utopías” ideológicas, presagiando el inevitable choque de ideales antes de la transferencia de soberanía de 1997.


Las contribuciones de Tang no se limitaron a sus temas provocativos. Ambas películas emplearon una estética innovadora y recursos estilísticos poco comunes en el cine de Hong Kong de aquella época, como imágenes congeladas, color expresionista y una narrativa que se apartaba del cine populista dominado por el kung-fu y las óperas chinas.
Además de su trabajo como directora, Tang demostró su compromiso con la cultura cinematográfica al lanzar en 1976 la primera revista seria de cine del territorio, Close-Up. También dirigió otras obras menos conocidas como Sup Sap Bup Dup, de 1975, y The Hong Kong Tycoon de 1979 y emigró a Estados Unidos para convertirse en una respetada restauradora en Los Ángeles.
Muchos críticos ven la influencia de Tang Shu Shuen en la posterior Nueva Ola de Hong Kong de cineastas jóvenes e innovadores de finales de los años 70 y principios de los 80. Su atrevimiento al desafiar las convenciones temáticas y estilísticas, así como su espíritu independiente, allanaron el camino para una nueva generación de cineastas en China.
