Hedy Lamarr: La estrella de cine que encendió la revolución inalámbrica
Hedy Lamarr: La estrella de cine que encendió la revolución inalámbrica

Por: Brenda Ramírez
Hedy Lamarr (nacida como Hedwig Eva Maria Kiesler en Viena, 1914) fue una de las figuras más fascinantes del siglo XX. Conocida mundialmente como un símbolo de belleza en la “Edad de oro” de Hollywood, su verdadera genialidad residió en la mente. Lamarr no sólo deslumbró en la pantalla grande, sino que también coinventó una tecnología militar crucial que, décadas más tarde, sentaría las bases de las comunicaciones inalámbricas modernas.
Lamarr comenzó su carrera en Europa, alcanzando notoriedad con la controvertida película checoslovaca Éxtasis (1933). Tras huir de un matrimonio infeliz y el ascenso del nazismo, se trasladó a Estados Unidos.
En Hollywood, el magnate Louis B. Mayer (de Metro-Goldwyn-Mayer) la rebautizó como Hedy Lamarr y la promocionó como “la mujer más bella del mundo”. Su carrera despegó, protagonizando grandes éxitos junto a estrellas como Clark Gable, Spencer Tracy y James Stewart.
A pesar de su éxito, Lamarr se sentía frustrada por los papeles estereotipados y superficiales que le ofrecían. Su insatisfacción la llevó a buscar una salida para su intelecto, dedicando su tiempo libre a inventar.


Durante la Segunda Guerra Mundial, Lamarr se sintió impulsada a contribuir al esfuerzo bélico de EE. UU. Usando sus conocimientos de ingeniería y su experiencia previa con su primer esposo (un fabricante de armas austriaco), identificó un problema crítico: los torpedos guiados por radio de la Marina eran fácilmente interferidos por el enemigo.

Ella concibió una solución junto a su amigo y vecino, el compositor George Antheil.
El dúo propuso el “sistema de comunicación secreta”, que empleaba la tecnología de salto de frecuencia. La idea era simple, pero revolucionaria.
La señal de radio que guiaba el torpedo salta rápidamente entre decenas de frecuencias diferentes de forma sincronizada (tanto el transmisor como el receptor siguen el mismo “código”).
Un enemigo que intentara bloquear o interferir la señal, sólo lo conseguiría brevemente en una fracción de las frecuencias, ya que la señal de comunicación salta continuamente.
Aunque la marina reconoció el potencial, la tecnología era demasiado compleja para implementarse con éxito en la guerra en la década de 1940, sin embargo, la invención fue redescubierta diez años después, donde fue fundamental para el desarrollo de sistemas militares seguros.


Actualmente, la influencia de Hedy Lamarr en las tecnologías de transmisión en vivo es indirecta pero absolutamente fundamental, ya que afecta la forma en que el contenido se mueve por el aire y las redes.
El principio del espectro ensanchado por salto de frecuencia (FHSS), la base de su invención, es crucial en áreas principales que hacen posible la transmisión en vivo de alta calidad. Sus ideas iniciales permitieron desarrollar métodos que otorgan a las redes modernas (como Wi-Fi y 5G/4G) la robustez y la alta capacidad necesarias, asegurando que el contenido en vivo, ya sea de noticias, deportes o entretenimiento, pueda ser transmitido a grandes velocidades, con baja latencia y con la suficiente resistencia a interferencias para evitar cortes. En esencia, su invento, sentó el precedente para cómo las señales de radiofrecuencia se gestionan de manera eficiente para mover grandes volúmenes de datos de video a través de las redes inalámbricas globales.

