Raquel Tibol, una voz que guió el entendimiento del arte mexicano
Raquel Tibol, una voz que guió el entendimiento del arte mexicano

Por: Brenda Ramírez
Raquel Tibol (1923-2015), conocida por su pluma incisiva en diarios y revistas como Proceso. Su legado trasciende el papel impreso y se expande a los medios electrónicos, donde se consagró como una pionera en el guionismo y la conducción de la crítica de arte en México. Su trabajo en televisión y radio no sólo divulgó la cultura, sino que sentó las bases para el análisis riguroso y accesible.
Aunque los créditos formales a menudo la señalaban como conductora y comentarista, Tibol era la autora intelectual y conceptual de sus programas. Su profundo conocimiento de la historia y el arte, especialmente del muralismo mexicano y de figuras como Frida Kahlo (a quien conoció personalmente), se transformó en la columna vertebral de cada emisión.
La crítica argentina, nacionalizada mexicana, entendió que los medios masivos eran la plataforma ideal para combatir la superficialidad y las mitificaciones que rodeaban al arte. Su rigor, que no permitía un dato fuera de lugar, se convertía en el guion no escrito de sus intervenciones.

Su período más influyente en los medios se dio en el Canal 11 del IPN. Allí, Raquel Tibol se convirtió en un rostro imprescindible de la cultura televisiva.
Este programa fue su púlpito para el debate. Tibol no sólo presentaba obras: las diseccionaba. El guion implícito era uno de confrontación educada, donde la opinión se sostenía con referencias históricas, técnicas y sociales. Utilizó la televisión como una herramienta para enseñar a la audiencia a mirar y juzgar el arte por sí mismos.
Enfocado en semblanzas y la contextualización de artistas, este espacio funcionaba bajo guion biográfico y analítico. Tibol trazaba las líneas de vida de los creadpres con una precisión que sólo una investigadora de su calibre podía lograr.
En la radio, principalmente en Radio UNAM y el IMER, Tibol explotó la intimidad del medio para acercarse a la audiencia. Sus guiones radiofónicos se basaron en el formato de crónica y cápsula, donde su voz inconfundible narraba historias.
Destacan series donde leía las cartas y documentos de Frida Kahlo o analizaba a David Alfaro Siqueiros. Aquí, el guion se centraba en la autenticidad del documento, utilizando la voz como vehículo para humanizar a las grandes figuras del arte sin sacrificar la seriedad del análisis.

