La obra de Kira Murátova se caracteriza por explorar la complejidad psicológica de los personajes en la vida cotidiana, a menudo a través de una estética de fealdad, crueldad y absurdo.
La obra de Kira Murátova se caracteriza por explorar la complejidad psicológica de los personajes en la vida cotidiana, a menudo a través de una estética de fealdad, crueldad y absurdo.
Por: Brenda Ramírez Ríos
Kira Murátova fue una destacada directora, guionista y actriz ucraniana de origen rumano, cuya carrera abarcó tanto la era soviética como la postsoviética. Su obra se caracteriza por explorar la complejidad psicológica de los personajes en la vida cotidiana, a menudo a través de una estética de fealdad, crueldad y absurdo.
Murátova comenzó sus estudios en filología, pero se inclinó por el cine, graduándose en 1959 del Instituto Pansoviético de Cinematografía de Moscú. En la década de 1960, sus primeros trabajos, como Breves encuentros (1967) y Los largos adioses (1971), fueron censurados por la Unión Soviética por su falta de “sentido cívico” y su tratamiento experimental del cine, lo que provocó su escasa difusión.
Durante la mayor parte de la década de 1970 y principios de 1980, Murátova apenas pudo filmar debido a la censura soviética. Sin embargo, a partir de la perestroika, sus películas comenzaron a recibir mayor reconocimiento. En 1987, estrenó Cambio de fortuna y en 1989 su obra más influyente, El síndrome asténico, que reflejaba la transición de la sociedad rusa hacia el capitalismo y mostraba una crítica a la narcolepsia colectiva de la época. A lo largo de los años 90, su obra continuó explorando las tensiones de la sociedad postsoviética, destacándose “Las pasiones” (1994), que ganó el Premio Nika, y “Tres historias” (1997), una mirada cínica de la sociedad moderna.
En su última etapa, Murátova se centró en el absurdo y la crítica a la trivialización de la espiritualidad y las instituciones sociales, como en Motivos chejovianos (2002) y Afinador (2004). Su estilo se caracteriza por una mezcla de técnicas formales disonantes: transiciones suaves seguidas de explosiones de caos, edición improvisada y una atmósfera de desorientación que desafía al espectador. Temáticamente, sus películas exploran la psicología de personas comunes, especialmente mujeres, y critican la burocracia, los ideales utópicos y las estructuras familiares tradicionales.
A lo largo de su carrera, Murátova recibió diversos premios y, su obra, aunque polémica, ha sido considerada una de las más influyentes y originales del cine soviético.
Kira Murátova dejó un legado importante en el cine. Su obra sigue siendo objeto de estudio y admiración. A través de su cine, nos invitó a reflexionar sobre la condición humana y a encontrar el humor en lo absurdo de la vida.
Como directora, guionista y actriz