Noor Jehan: La leyenda que conquistó el corazón del subcontinente
Noor Jehan: La leyenda que conquistó el corazón del subcontinente
Por: Brenda Ramírez Ríos
Noor Jehan, nacida como Allah Rakhi Wasai el 21 de septiembre de 1926 en Kasur, India Británica (actual Pakistán), fue una figura monumental cuyo talento trascendió fronteras y generaciones. Con una carrera que abarcó más de seis décadas, esta prodigiosa artista se consolidó como una de las voces más influyentes y una personalidad icónica en el subcontinente indio. Su vida fue un crisol de transformaciones históricas, desde el apogeo del cine prepartición hasta el nacimiento y consolidación de Pakistán, países a los que regaló su inigualable arte y pasión.
La trayectoria de Noor Jehan se distingue por su extraordinaria versatilidad, brillando tanto en el ámbito musical como en el cinematográfico. Comenzó su carrera artística a una edad temprana, destacándose inicialmente como actriz infantil en el teatro. Su poderosa y emotiva voz no tardó en captar lal atención, llevándola al mundo del cine en la India Británica. Antes de la partición de 1947, Noor Jehan ya era una estrella consolidada, protagonizando exitosas películas como “Khandaan” (1942), donde también realizó playback, sentando las bases de su dualidad artística. Su presencia en pantalla era magnética, y su habilidad para interpretar personajes complejos, combinada con su talento vocal, la convirtió rápidamente en una de las actrices y cantantes más solicitadas de su tiempo.
Tras la partición, Noor Jehan tomó la trascendental decisión de emigrar a Pakistán, donde continuaría su ascenso, convirtiéndose en el pilar fundamental de la naciente industria cinematográfica paquistaní. En este nuevo capítulo de su carrera, también incursionó en un rol pionero: la dirección. En 1951, hizo historia al convertirse en la primera mujer en codirigir una película en Pakistán “Chan Wey”, una producción en punjabi que dirigió junto a su esposo, Syed Shaukat Hussain Rizvi. Este audaz paso no solo demostró su visión y ambición creativa más allá de la interpretación, sino que abrió caminos para futuras generaciones de mujeres en un campo dominado por hombres. Después de este hito, continuó protagonizando y cantando en innumerables películas exitosas como “Dupatta” (1952), “Intezar” (1956) y “Koel” (1959), donde su voz se convirtió en la banda sonora de la nación. A medida que avanzaba la década de 1960, Noor Jehan se enfocó casi exclusivamente en el playback, grabando una cantidad asombrosa de canciones, se estima que más de 10,000, en varios idiomas, consolidándose definitivamente como “Malika-e-Tarannum” o la ”Reina de la Melodía”.
El legado de Noor Jehan es inmenso e imborrable. Más allá de su prolífica discografía y filmografía, fue una figura que encarnó la resiliencia y la pasión artística. Su voz no solo entretuvo, sino que también inspiró y unió a millones, especialmente durante momentos críticos como la guerra indo-paquistaní de 1965, donde sus canciones patrióticas elevaron la moral de la nación. Noor Jehan fue un fenómeno cultural, una pionera que rompió barreras y una voz que, incluso después de su fallecimiento el 23 de diciembre del año 2000, continúa resonando.