Maya Deren, un alma libre que plasmó su vida en el arte.
Maya Deren, un alma libre que plasmó su vida en el arte.
Por: Brenda Ramírez Ríos
Nacida como Eleonora Derenkowsky en Kiev, Ucrania, en 1917, Maya Deren fue una figura trascendental que redefinió el panorama del cine experimental en Estados Unidos. Su familia emigró a Siracusa, Nueva York, en 1922, huyendo de los pogromos antisemitas y las turbulencias políticas. Años más tarde, adoptó el nombre de Maya Deren, consolidando una identidad artística que fusionaría la danza, la antropología, la poesía y el cine, y que la llevaría a convertirse en la “madre del cine underground estadounidense”.
Su formación fue variada, desde estudios en periodismo y ciencias políticas en la Universidad de Siracusa, hasta literatura en la Universidad de Nueva York y Smith College. En Greenwich Village, su vida artística floreció. Un punto clave de su trabajo fue en 1940 con la coreógrafa Katherine Dunham, que la expuso a las danzas afrocubanas y afrocaribeñas, y la influenció profundamente en su posterior exploración del ritual y el cuerpo en movimiento. Fue durante una gira con Dunham en Hollywood, en 1942, donde conoció al cineasta checo Alexandr Hackenschmied (Alexander Hammid), quien la introdujo en las técnicas cinematográficas y se convirtió en su colaborador.
Con una pequeña herencia, Deren adquirió una cámara Bolex de 16mm, iniciando una carrera marcada por su independencia y oposición a Hollywood.
En 1943, codirigió con Hammid, “Meshes of the Afternoon”, una obra cumbre del cine experimental. Filmada con un presupuesto mínimo, esta película explora el subconsciente y el simbolismo con una edición innovadora. Deren actuó en ella, convirtiéndose en el rostro icónico de la vanguardia y abriendo nuevas vías para el cine de autor.
Deren acuñó el término “películas de cámara” para sus obras, que no buscaban lo comercial ni la marginalidad, sino un público íntimo en universidades y museos, expandiendo los espacios artísticos del cine.
Entre 1944 y 1958, realizó cortometrajes notables como “Al land” (1944) y “Ritual in transfigured time” (1946), profundizando en el tiempo cinematográfico, el movimiento y el cuerpo, a menudo a través de la danza.
No solo creaba, también fue una promotora y activista del cine independiente. Distribuía sus películas, daba conferencias y plasmó su filosofía en ensayos como “An anagram of ideas on art, form and film”. (1946). Criticaba ferozmente a Hollywood, diciendo “hago mis películas con lo que Hollywood gasta en pintalabios”. Para apoyar a otros cineastas, fundó la Creative Film Foundation (CFF).
Su trabajo recibió reconocimiento internacional: una beca Guggenheim en 1946 y el Gran Premio Internacional para un film de 16mm experimental en Cannes en 1947 por “Meshes of the afternoon”, un hito para una mujer cineasta.
Su interés por el vudú haitiano la llevó a Haití en 1947, donde filmó y practicó los rituales. Su estudio etnográfico culminó en el libro “Divine Horsemen: The living Gods of Haiti” (1953) y en grabaciones editadas póstumamente por su tercer esposo, Teiji Ito.
Maya Deren falleció en 1961, a los 44 años. Sus cenizas fueron esparcidas en el Monte Fuji, Japón. Su legado es un testamento al poder de la visión individual y a la convicción de que el arte puede trascender el entretenimiento para explorar las profundidades humanas.