Gabriela Acosta: De la frontera mexicana a los premios Emmy
Gabriela Acosta: De la frontera mexicana a los premios Emmy

Por: Brenda Ramírez
Gabriela Acosta, diseñadora de vestuario, ha sido reconocida por su trabajo en la aclamada serie de televisión “1923”, recibiendo una nominación a los premios Emmy en la categoría de “Mejor vestuario de época”. Nacida y criada en Tijuana, México, Acosta ha forjado una carrera en la industria del cine y la televisión, combinando su herencia cultural con una visión creativa meticulosa.

insta/gabyacostacostumedesigner
Desde su infancia, Gabriela Acosta desarrolló un profundo amor por el cine, una pasión que compartía con su madre. Creciendo en una ciudad fronteriza, su exposición a las películas y la televisión inglés le permitió un entendimiento de ambas culturas. A pesar de que el diseño de vestuario no se consideraba una carrera en Tijuana, su interés la llevó a estudiar Comunicaciones Visuales en el Fashion Institute of Design and Merchandise en los Ángeles.
Fue en la industria de la moda, trabajando como vestidora de modelos en desfiles de pasarela, donde Acosta se dio cuenta de que podía fusionar su pasión por la moda con su amor por el cine y la televisión. Esta revelación la llevó a dar el salto al diseño de vestuario, un cambio de carrera que se basó en el conocimiento y las habilidades adquiridas en la moda. Acosta se enorgullece de su ética de trabajo, un rasgo que atribuye a su herencia y a su madre.
En “1923”, Acosta colaboró estrechamente con la diseñadora de vestuario Janie Bryant. Su relación se basó en el principio de “dividir y conquistar” debido a la gran escala de la producción y las múltiples locaciones en distintos países, incluyendo Montana, Malta y África. Acosta se encargó principalmente del trabajo en Montana, liderando el diseño para los vaqueros y la comunidad nativa.
 Su método de trabajo se centra en la investigación exhaustiva, recurriendo no sólo a internet, sino también a libros, periódicos y fuentes originales para garantizar la precisión histórica del vestuario. Acosta buscó piezas auténticas siempre que fuera posible, incluyendo dientes de animales para los collares, y colaboró con artesanos locales de Montana y Texas.
Su método de trabajo se centra en la investigación exhaustiva, recurriendo no sólo a internet, sino también a libros, periódicos y fuentes originales para garantizar la precisión histórica del vestuario. Acosta buscó piezas auténticas siempre que fuera posible, incluyendo dientes de animales para los collares, y colaboró con artesanos locales de Montana y Texas.
Uno de los mayores desafíos del proyecto fue adaptar el vestuario a las condiciones climáticas extremas. Para el calor, utilizaron chalecos de enfriamiento con bolsas de hielo, mientras que para el frío, implementaron ropa térmica eléctrica con baterías.
El trabajo de Gabriela Acosta va más allá de la mera confección de ropa; es un acto de representación cultural y narrativa. Para ella, la oportunidad de participar en la serie y de contar la historia de las escuelas residenciales nativas americanas en una plataforma de alto nivel es un gran honor. Siente que es la primera vez que un programa con un alcance tan amplio aborda este tema.
Su herencia mexicana es la base de su identidad creativa, impulsándola a representar con orgullo a su comunidad. Acosta aspira a que su éxito inspire a otros jóvenes creativos de origen hispano, abriendo puertas para aquellos que no se ven reflejados en la industria. Su objetivo profesional a largo plazo es trabajar en más historias que se centren en las culturas nativas, indígenas y mexicanas.


